El 11 de marzo de 2020 se publicaron los Informes de País sobre Prácticas de Derechos Humanos, que el Departamento de Estado de EE.UU. redacta cada año para más de 190 países y que se presentan al Congreso de EE.UU. El "Informe sobre los derechos humanos en Turquía 2019" que fue preparado en este contexto, está lejos de ser objetivo, tiene motivaciones políticas y contiene acusaciones infundadas basadas en fuentes ambiguas.

Al referirse como "movimiento Gülen" a la Organización Terrorista Fetullahista (FETO), que es el perpetrador del intento de golpe de Estado del 15 de julio y una amenaza existencial para nuestro país, el informe trata de presentar a FETO como una organización civil inocente. Este enfoque, que revela que EE.UU. siguen sin comprender nuestra legítima lucha contra esta organización terrorista, equivale a hacer caso omiso del derecho más fundamental -el derecho a la vida- de cientos de nuestros ciudadanos martirizados por FETO. El hecho de que en el informe de este año no se hayan tenido en cuenta todas las pruebas presentadas en relación con esta organización terrorista demuestra que una vez más se ha redactado sobre la base de las denuncias de ciertos círculos hostiles contra Turquía.

Las alegaciones del informe relativas a los ataques dirigidos contra civiles e infraestructuras civiles durante la Operación Fuente de Paz distan mucho de la realidad. No puede explicarse la inclusión de esas alegaciones que no han sido confirmadas por fuentes independientes y acreditadas y que son claramente de carácter propagandístico. Quienes han arrasado ciudades sirias en nombre de la lucha contra DAESH no tienen ninguna lección que dar a Turquía, que ha puesto el máximo cuidado en proteger a los civiles y la infraestructura civil en sus operaciones antiterroristas en Siria y ha llevado a cabo una labor de estabilización ejemplar en sus zonas de operaciones. Incluso la propia Coalición Mundial contra el DAESH admite haber matado a 1.370 civiles en sus ataques aéreos hasta finales de 2019.

La información y las respuestas a muchas de las acusaciones del informe pueden encontrarse en el Informe Nacional de Turquía publicado en octubre de 2019 como parte del tercer Examen Periódico Universal (EPU) de Turquía. Resulta irónico que el mecanismo internacional de examen de los derechos humanos más completo, el EPU, y la información tangible que Turquía comparte con el mundo en el marco del proceso del EPU ni siquiera se mencionaran en el informe.

Turquía ha adoptado medidas importantes para proteger y promover los derechos humanos y los resultados positivos de esas medidas ya se observan en la práctica. La nueva Estrategia de reforma judicial y el primer conjunto de medidas legislativas de conformidad con la Estrategia, así como los preparativos del Plan de Acción de Derechos Humanos, son los ejemplos más concretos de la sinceridad de Turquía a este respecto.

Turquía seguirá aplicando resueltamente su programa de reforma basado en los derechos humanos, la democracia y el estado de derecho.