[Esta es la traducción no oficial al español del texto original en inglés]

El Ministro de Asuntos Exteriores de Turquía: Los aranceles de Donald Trump perjudican la alianza de la OTAN

Turquía "no es un estado rebelde que se pueda sacudir por capricho".

MEVLÜT ÇAVUŞOĞLU | CONTRIBUYENTE DE OPINIÓN

El objetivo de socavar la economía de un aliado para anotar puntos en política interna es profundamente equivocado. Alienar a un aliado con el que su país comparte intereses nacionales vitales es contraproducente.

El Presidente Trump tenía razón cuando hizo un llamamiento a los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte para que incrementen sus gastos de defensa. Pero las nuevas sanciones estadounidenses contra Turquía - y la amenaza de que vengan otras más- alienan a uno de los pocos aliados de la OTAN que ha estado siempre un paso adelante.

Turquía se compromete a ser un aliado

En 2006, la OTAN estableció un objetivo oficial para que los miembros gasten en defensa, el 2% de su producto interno bruto. El objetivo, sin embargo, es solo una "guía", y un puñado de miembros de la OTAN se han movido hacia su cumplimiento. Por el contrario, Turquía se ha comprometido a alcanzar este objetivo para 2024, y nuestro gasto en equipamiento militar ya está por encima del 20% de las normas de la OTAN. También somos uno de los miembros más antiguos y estratégicamente ubicados de la OTAN, que sirve como guardián del flanco sur de la alianza y le proporciona su segunda fuerza militar más grande.

Sin embargo, las sanciones económicas que la administración Trump está imponiendo a Turquía están destinadas a interrumpir cualquier atmósfera de cooperación, mientras que las amenazas globales exigen que fortalezcamos, no debilitemos, los lazos que nos unen.

Siria es un buen ejemplo. A medida que la situación llegó a una etapa crítica, Turquía se destacó como una de las pocas naciones dispuestas a acoger a un gran número de refugiados, y está desempeñando un papel clave en la navegación del futuro político de Siria. Como lo dijo, hace poco, un alto funcionario del Departamento de Estado al Congreso, Turquía "ha sufrido más víctimas del terrorismo en los últimos años que cualquier otro Aliado y alberga a tres millones y medio de refugiados sirios".

Y si bien ISIS recibió un gran golpe en el Medio Oriente, aún representa una amenaza global en curso. Todos los días, los funcionarios de seguridad turcos van de puerta en puerta cazando los militantes de ISIS que intentan ingresar a Europa desde Siria a través de Turquía. En los dos últimos años, hemos arrestado a cientos de presuntos miembros de ISIS ayudando a evitar que el grupo se propague a las capitales occidentales. En vista de esta amenaza, Turquía ha sido la punta de la lanza.

Trump debería intentar la diplomacia en lugar de los aranceles

Mientras tanto, la Base Aérea Incirlik de Turquía alberga tropas estadounidenses que están al frente de la lucha contra el ISIS. Ha sido un escenario crítico, poniendo a las fuerzas aliadas más cerca horas que otras bases en la región y ha hecho una diferencia sustancial en la capacidad de eliminar ISIS con éxito.

Esta instantánea del papel que desempeña Turquía en nuestro mundo 2018 debe dejar en claro que no somos un estado rebelde que se pueda sacudir por capricho.

La decisión de duplicar los aranceles de EE.UU. sobre las importaciones de acero y aluminio desde Turquía ya ha sido duramente criticada, tanto en Europa como en los EE.UU. Las sanciones impuestas, aunque pretenden afectar la economía turca, dañarán los intereses de las empresas estadounidenses y europeas en el camino. La Cámara de Comercio de los EE.UU. advirtió al Presidente Trump en una rotunda declaración de que los aranceles "dañarán la economía de los EE.UU. y socavarán el liderazgo mundial estadounidense, y está aumentando la evidencia de daños a los trabajadores, agricultores y empresas de los EE.UU."

Esta escalada imprudente debe detenerse. Los EE.UU. y Turquía pueden tener puntos de vista divergentes sobre cuestiones importantes, pero nos alineamos estratégicamente en una amplia gama para otros temas. Por el bien de todos, debemos abordar nuestros desacuerdos por la diplomacia, en lugar de amenazas y provocaciones, y con un compromiso con los hechos y la perspectiva.